La Auditoría General de la Nación (AGN) celebró este jueves su última reunión y se encamina a quedarse virtualmente acéfala a partir de la semana próxima, por las diferencias entre el oficialismo y la oposición para designar a los nuevos auditores cuyos mandatos están a punto de vencer.
Pese a lo inédito del problema todavía no hay resolución a la vista, por lo que la parálisis del organismo parece inminente..